martes, septiembre 19, 2006

Ecos Profundisimos

Hasta aqui lo trajo el rio, tiro la mochila con las ultimas fuerzas que conservaba, se tendío en el ancho, suave césped, con la mirada clavada en el noreste, deseando 2 o 3 sorbos de cerveza fria, soledades suyas, deseando que el sol se detenga en medio dia, porque no desea vivir mas atardeceres.
La instigación al suicidio, por momentos aterradora, era una presencia constante que acompañaba el recorrido por su memoria y ante el reflejo de su alma se desplegaron ríos de cordilleras de color azul, poderosas venas, que estrepitosamente desbordo hasta alcanzar su ansioso letargo, donde nadie lo volvería a interrumpir.

7 comentarios:

Santiago Sanmiguel (@zoordo) dijo...

... un tipo de sangre azul.

Anónimo dijo...

Muy diferente a los demás..
Igual siempre te seguiré leyendo...

;)

Spiel Sang dijo...

Quién lo iba a creer... desangra por el día, por el cielo que lo acompaña. Hay que esperar a que caiga el sol, pero si cae...

Clau dijo...

La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos
el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan
mañana a respirarlo.

V. Huidobro

Para ti mi amigo: Altazor, su Prefacio.

Anónimo dijo...

" El autor de este viaje hacia el delirio verbal, pondría fin a su espera, el mismo día que tuvo en su manos aquel pronosticado cenit y ya han pasado mas de 15 atardeceres, esperando soledades ajenas y la que se pensaba una curiosidad efímera...termino siendo una de las entradas mas significativas en la mitad de sus dichosos dias"

PakikoP dijo...

me estan haciendo pensar,, en la historia del bichito que estaba aferrado a la orilla del rio como todos los bichitos... y un dia decidio soltarse y los demas lo vieron hundirse y dar vueltas y chocarse con rocas y volver a flotar en las superficie... cuando se dieron cuenta que estaba bien lo empezaron a ver como un mesias, como un valiente y el los insito a soltarse, pero de miedo ninguno fue capaz, y asi fue con los demas bichitos que el se fue encontrando a medida que bajaba por la corriente, todos lo admiraron pero ninguno lo siguio... es de un libro que se llama ilusiones....
un abrazo.

SIU dijo...

Pero no hables de Soledad-es, que bien dice Fito que estaba como un puerto maltratado por las olas... antojada de jugar a hacer escpeciones, y en mitad de un te quiero el olvido

(me gusto el blog.. vendre proa ca mas seguido)