A veces solo tratamos de esconder tanta cobardía en medio de palabras confusas y al final de la tarde terminamos embriagandonos nuevamente sin mas excusa que alijerar el peso dominante que dejan los encuentros inconclusos.
Es tan mentira aquello que nos decian de pequeños "Que nunca debes renunciar", realmente hay que tener coraje para saber cuando mandar todo a la mierda.
- Otra cerveza fría, por favor
lunes, mayo 23, 2011
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